No es ningún secreto que tenemos un problema con los microplásticos, pero una nueva investigación revela que también podríamos tenerlo con los químicos eternos, concretamente con su presencia en el agua. Un estudio ha investigado el agua embotellada y de grifo de 15 países con un insólito descubrimiento: contienen químicos eternos.Químicos que no se degradanTanto el agua embotellada como la de grifo estudiada contienen sustancias químicas denominadas PFAS (sustancias perfluoroalquiladas). Este tipo de sustancias se emplea en productos industriales, como ropa impermeable o uniformes escolares, y tienen un problema: tardan mucho en descomponerse.Este tipo de químicos resulta extremadamente resistente a la degradación, el proceso por el cual se descomponen, al igual que sucede con el plástico, aunque al menos con el plástico se están creando bacterias capaces de acelerar el proceso. Esto es un problema, porque se acumulan en la naturaleza, y ya sabemos que la naturaleza es un ciclo, por lo que se van al agua, que, tarde o temprano, acabamos bebiendo.Lo que demostró el estudio, que puede leerse en la revista ACS Publications, es que el 99% de agua embotellada de 15 países (Europa, Asia y América del Norte y Oceanía) contiene PFAS. De todos modos, las muestras no suelen superar los límites fijados por organizaciones de regulación sanitarias. Aunque debemos establecer una diferencia entre el agua mineral natural y la purificada, ya que la primera tiene más PFAS que la segunda. Donde no se encontró diferencia es en los niveles de PFAS de aguas embotelladas de vidrio …