En la noche del 23 al 24 de octubre de 2021 un cohete Arian3 5 despegaba del puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa. Llevaba a bordo dos cargas, los satélites de telecomunicaciones SES-17 y Syracuse 4A. Con una masa total de 10.264 kg el lanzamiento VA255 establece un nuevo récord de carga para un Ariane 5 en un lanzamiento a órbita de transferencia geoestacionaria. Pero sobre todo este lanzamiento era muy importante porque era la última prueba del cohete antes del lanzamiento del telescopio espacial James Webb, previsto para el 18 de diciembre. Y todo parece haber funcionado correctamente.
Arianespace y RUAG, la empresa que las fabrica, habían introducido una serie de modificaciones en las cofias que se usan para proteger las cargas útiles del Ariane 5 durante los primeros minutos del lanzamiento. La idea específicamente era minimizar las vibraciones a las que se iba a ver sometido el Webb durante su lanzamiento. Pero esas modificaciones no funcionaron exactamente como estaba previsto y en dos lanzamientos anteriores –los VA252 y 253– el equipo de la NASA destacado para asegurarse de que todo estaba listo para lanzar en Webb detectó una condición en la que podía quedar aire atrapado en la membrana que forma el parasol del telescopio y dañarla a causa de la descompresión que se produce cuando la cofia se separa.
Así que hubo que hacer nuevas modificaciones tanto en el diseño de la cofia como en la secuencia de separación, modificaciones que fueron puestas a prueba …