A diferencia de Japón, que aceptó el rol de exitosa potencia tecnológica —pero siempre segunda—después de EEUU, China nunca lo toleró. China luchó con fuerza por el liderazgo mundial en el campo de la ciencia y la tecnología. En una entrevista con Sputnik, habló sobre esto el experto del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, Mijaíl Beliáyev.