Malas noticias para los satélites en órbita: las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, tienen un impacto directo en el espacio cercano a la Tierra. Esto dificultará en el futuro la operación segura de estas naves alrededor del planeta.
De acuerdo con un estudio del MIT, publicado en la revista Nature Sustainability, el dióxido de carbono y otros gases que contribuyen al efecto invernadero también pueden provocar la contracción de la atmósfera superior, lo que pone en riesgo las operaciones en la órbita terrestre.
Una de las capas afectadas es la termósfera, donde suelen orbitar instalaciones como la Estación Espacial Internacional y una gran cantidad de satélites. Cuando esta parte de la atmósfera se contrae, la densidad disminuye, lo que reduce la resistencia atmosférica. Esta fuerza es clave para empujar a los satélites más antiguos y otros desechos a alturas donde pueden encontrarse con moléculas de aire y, eventualmente, desintegrarse debido al calor.
Al disminuir la resistencia, la vida útil de la basura espacial se prolonga, lo que saturará algunas órbitas en las próximas décadas. Además, según el MIT, esto incrementará el riesgo de colisiones alrededor del planeta.
El análisis de la situación
Para el estudio, el equipo dirigido por Richard Linares, profesor asociado en el Departamento de Aeronáutica y Astronáutica del MIT, realizó simulaciones sobre el impacto de las emisiones de carbono en la atmósfera superior y la dinámica orbital en la órbita baja terrestre.
Según sus …