Tras 14 años de desarrollo, el vehículo llamado Switchblade está por fin listo para despegar después de que una inspección de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. haya determinado que es seguro para volar.
El director general de Samson Sky, Sam Bousfield, y su equipo ya han comenzado las pruebas de rodaje a alta velocidad antes del primer vuelo, que se espera que se produzca en cuestión de semanas.
El atractivo del Switchblade es evidente. Con una longitud de 5 metros y una anchura de 1,8 metros en «modo tierra», el vehículo es lo suficientemente compacto como para guardarlo en un garaje y llevarlo a un aeropuerto cercano, donde las alas y la cola se despliegan en menos de tres minutos para entrar en «modo vuelo».

El Switchblade puede volar a 300 km/h y hasta 4.000 metros de altura durante 700 kilómetros, con el motor de tres cilindros de 190 CV refrigerado por líquido que impulsa su única hélice. En tierra, el Switchblade puede alcanzar una velocidad de 200 km/h.
Antes de que comience la producción, Switchblade tiene que superar más obstáculos normativos que los coches voladores. Los propietarios necesitarán una licencia de piloto y una licencia de moto o de conductor para manejarlo tanto en vuelo como en tierra, además de un seguro de coche/moto y de avión.

Habrá que esperar al menos unos años más para que los civiles puedan volar sus propios Switchblades, que se espera que cuesten unos 170.000 euros.
Pero cualquiera puede unirse a las 1.670 …