Vacío legal para unos, nicho de merado para otros.
Son una de las mayores pesadillas para los taxistas desde hace algunos años. No hablamos ni de Uber y Cabify, que también, es algo que va mucho más a la raíz de la cuestión. La razón por la cual estas compañías tienen la potestad de trabajar en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga. Si los taxistas tienen sus licencias, los coches con chofer tienen las suyas propias. Las famosas VTC o vehículos turismo con conductor. Aunque a muchos les pueda parecer que fue Uber el que vino con las licencias debajo del brazo, lo cierto es que estás han existido siempre por una razón muy simple: limusinas y choferes no son un invento del señor Kalanick. De hecho, Cabify, en su concepción original de compañía de transporte para empresas lleva operando años con estas licencias. No son nada nuevo ni original, pero sí es cierto que su concepción primigenia ha superado todas las expectativas y previsiones del conservador sector del taxi.
Desde la reforma, la concesión de VTCs sigue la norma de que por cada una de ellas deben existir 30 de taxi
Hasta diciembre de 2015, concretamente el 20 de ese mes, no entró en vigor el Real Decreto que pretendía actualizar el decreto de licencias para transporte. Publicado en el BOE del decreto ROTT 1057/2015, la cuestión de las licencias VTC quedaba pendiente de un hilo. Olvidadas y relegadas durante muchos años a un segundo, tercero y cuarto plano, tomaron relevancia …