A Juanjo, español residente en Alemania, le llega un mensaje sorprendente por WhatsApp. Habla de que el coronavirus detrás del Covid-19 se ha gestado en un laboratorio y está diseñado por Estados Unidos para un control poblacional. Acto seguido, y después de que la excitación de su ritmo cardiaco, lo reenvía a sus grupos de amigos y lo comparte en su perfil en Facebook.
Las llamadas «fake news» o noticias falsas son una de las principales lacras de las plataformas de medios sociales desde hace cuatro años, pero en plena pandemia han empezado a alterar la estabilidad de las empresas tecnológicas. Su respuesta, ahora, debe ser implacable aunque coincide con una situación problemática: sus equipos de revisores humanos están confinados en sus casas para evitar contagios. Y, con ello, la propagación del virus del miedo. Facebook ha reconocido que el uso de su red social en las regiones más afectadas por el coronavirus se ha disparado en valores superiores a Nochevieja, tradicionalmente un momento de gran trasiego del tráfico de internet.
La compañía estadounidense, que ha mandado a gran parte de su plantilla a sus domicilios a teletrabajar, ha empezado a llegar al límite, con menos medios disponibles. Para contrarrestar a las «fake news», ha creado una página informativa para recoger opiniones de expertos y recopilar consejos sanitarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La idea es crear nuevos puentes de comunicación para reducir la desinformación. Un centro de información sobre el coronavirus que ha empezado a …