El hecho de trabajar en un supermercado o un gran centro comercial no te da derecho a llevarse algún producto a casa sin pagar. Cualquier compra debe abonarse como si se tratase de otro cliente cualquiera. Pero esto es algo que no entendió una trabajadora de El Corte Inglés que salía de trabajar un martes a las 21:17.
Esta trabajadora, que contaba con más de 20 años de experiencia en la empresa, al abandonar el centro comercial tuvo que pasar por un sistema antihurtos (como los que encontramos en la entrada de cualquier tienda). Y en ese momento saltaron las alarmas, haciendo que el vigilante tuviera que registrar su bolso.
Un despido improcedente pese a haber robado algunos productos
En ese momento el vigilante de seguridad encontró un total de cuatro productos que no había abonado la trabajadora al no poder presentar los ticket de compra que lo justificaran. En concreto se trataban de dos barritas proteicas, un snack de perros y un champú también de perros. En total, 8,72 euros.
Esto es algo que categorizó la empresa con una "gravedad no admisible" en su carta de despido. Ante este hecho también quisieron visionar las cámaras de vídeo del centro donde se vió como cogía los productos que después fueron detectados a la salida. Es por ello que todo acabó como un despido disciplinario.
En su carta de despido se hacía referencia a la normativa interna que especifica el procedimiento ante las compras por …