La tecnología de IA generativa como ChatGPT puede aumentar la productividad de muchos trabajadores en los próximos años, pero es seguro que algunos perderán su empleo en el proceso.
Eso es lo que opina Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, la empresa que está detrás de ChatGPT.
Altman ha afirmado que el desarrollo de la IA podría suponer el «salto adelante más tremendo» para la calidad de vida de las personas. Pero también ha dicho que sería «una locura no tener un poco de miedo a la IA» y a su potencial para crear «problemas de desinformación o shocks económicos».
En una entrevista, Altman rebatió la idea de que el auge de la IA sólo tendrá un impacto positivo en los trabajadores.
«Mucha gente que trabaja en IA pretende que sólo va a ser buena, que sólo va a ser un complemento, que nunca se va a sustituir a nadie», dijo. «Los puestos de trabajo van a desaparecer, y punto».
Desde que ChatGPT se puso en marcha el pasado noviembre, los expertos han hablado de las formas en que la IA podría servir de valioso asistente a los trabajadores, ayudándoles a ser más productivos y a dedicar menos tiempo a tareas aburridas.
Algunos expertos han expresado su optimismo de que la IA no provoque el desplazamiento laboral generalizado que muchos temen y que, en cambio, deberían estar más preocupados por que sus compañeros de trabajo utilicen estas tecnologías para suplantarlos.
Los comentarios de Altman hablan de la cruda realidad: Aunque no se desplacen la mayoría de los …