Las fuerzas de seguridad mexicanas desmantelaron más de 6,500 cámaras de videovigilancia instaladas por grupos del crimen organizado en al menos 75 municipios de 21 estados del país. Según un reporte de El Universal, estos dispositivos son utilizados para el seguimiento de autoridades, vigilancia de rivales y coordinación de actividades ilícitas.
Cabe señalar que este fenómeno no es nuevo, pero ahora resulta ser más alarmante debido a la detección de centros clandestinos de monitoreo en lugares estratégicos. En Sinaloa, por ejemplo, un operativo en febrero permitió retirar más de 1,500 cámaras instaladas en espacios públicos, muchas de ellas vinculadas con el Cártel de Sinaloa, según Proceso. En Guanajuato, Celaya ha sido uno de los municipios más afectados, con aproximadamente 1,400 cámaras desmanteladas. También en San Luis Potosí y Guerrero, las autoridades encontraron equipos en mercados, calles y casas, lo que sugiere que existe una red estructurada de vigilancia criminal.
La evolución del espionaje criminal en México
El uso de tecnología para la vigilancia y el control territorial por parte del narcotráfico ha evolucionado en los últimos años. De acuerdo a Eje Central, los grupos criminales pasaron de utilizar "halcones" (vigilantes humanos) a establecer estos nuevos centros de comando con videovigilancia, que están equipados con tecnología que en algunos casos, supera la utilizada por los gobiernos en los Centros de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones e Inteligencia (C-4 y C-5).
En Sinaloa y Chiapas, las autoridades han encontrado casas operadas como centros de monitoreo …