En este vídeo de Things You Might Not Know el bueno de Tom Scott y uno de los ingenieros del IEX, una de las bolsas de valores estadounidenses, similar al NASDAQ o el NYSE, cuentan cómo resolvieron el problema de la «diferencia de velocidad» que existía entre las operaciones de los traders humanos y los sistemas de High-Frequency Trading. El HFT es una forma de compraventa automatizada que se aprovecha de la ventaja de ser mucho más rápida para realizar cálculos y ejecutar sus algoritmos y recibir y enviar las órdenes de venta y compra a velocidades «imposibles», obteniendo pequeños márgenes de beneficio pero que se acumulan en grandes volúmenes negociados.
La «escalada armamentística» de los traders de HFT fue acercar sus centros de datos a las principales bolsas de valores, minimizando la distancia física y mejorando la velocidad de sus conexiones mediante fibra óptica, routers más potentes, enlaces de microondas dedicados… todo lo imaginable valía con tal de arañar algunos microsegundos. Me recordó un poco a la historia de los hackers del telégrafo. Al final llegaron a un punto absurdo en el que ya nadie podía ser físicamente más rápido. Pero la gente del IEX pensó que esa diferencia era injusta y que era conveniente ralentizar la información de modo que los operadores tradicionales y los de HFT pudieran trabajar en igualdad de condiciones.
La forma ingeniosa de hacerlo fue con un dispositivo consistente en 61 kilómetros de cable de fibra óptica enrollados en varios cilindros y metidos dentro …