Digamos que un caza de combate sin piloto normalmente no aterriza por sí solo sin un solo rasguño. Hasta que no aparezca el Tesla de los interceptores, tal posibilidad se presenta como una utopía a excepción de lo ocurrido el 2 de febrero de 1970. Ese día tuvo lugar una proeza a cargo del denominado Cornfield Bomber.Read more...