16 de agosto de 1951 en un tranquilo pueblo en el sur de Francia. Leon Armunier se había levantado temprano como todas las mañanas. Ese día y como recordaría más adelante, había acudido a la panadería por excelencia, volvió a su casa, desayunó y comenzó su ronda de trabajo. Al poco tiempo de comenzar el hombre se siente mal, mareado, con cierta inestabilidad para caminar. Unos minutos después comienzan las alucinaciones salvajes, el mundo que ve a su alrededor es desgarrador. Leon no sería el único, ese día el pueblo entero viviría una experiencia alucinante. Una auténtica rave del horror.Read more...