Sheryl Sandberg era hasta ayer una de las figuras más poderosas y visibles de Silicon Valley gracias a su puesto como directora de operaciones (COO) de Meta/Facebook, que llevaba desempeñando ininterrumpidamente desde 2008. Hasta ayer, cuando Sandberg anunció —con un mensaje en su perfil de Facebook, por supuesto— su renuncia al mismo.

Sandberg relata que cuando empezó a trabajar en lo que entonces era Facebook —no había metaversos aún a la vista—, tenía planes de permanecer en su puesto tan sólo cinco años (antes había pasado siete como vicepresidente de ventas online de Google). Cree que, habiéndose convertido esos 5 años en 14, ya ha llegado el momento de una nueva etapa vital:

"No estoy del todo segura de lo que traerá el futuro; he aprendido que nadie lo está nunca. Pero sé que incluirá centrarme más en mi fundación y trabajo filantrópico, que es más importante para mí que nunca dado lo crítico que es este momento para las mujeres".

Un adiós manchado por la polémica

Aunque hoy todo son alabanzas hacia la figura de Sandberg, lo cierto es que su anuncio de retirada llega un mes después de que su nombre saliera a la palestra como parte del escándalo que rodea al polémico Bobby Kotick, ex-CEO de la compañía de desarrollo de videojuegos Activision-Blizzard.

Según publicaba The Wall Street Journal, Sandberg habría usado su influencia en Facebook entre 2016 y 2019 —años en que ambos fueron pareja— para presionar a un medio de comunicación (el británico Daily …