El suicidio cuántico es un concepto hipotético que, relacionado con la teoría de los multiversos, ha llevado a más de una persona a cometer un grave error. Pero eso no quiere decir que no podamos aprender de ello.
En la mañana del 28 de enero de 2014, Gabriel MaGee saltaba desde lo alto del edificio para el que trabajaba, en el complejo Canary Wharf, Londres. Pero si pensáis que este era el suicidio más de un ejecutivo excesivamente estresado o con problemas económicos, os equivocáis. Aunque puede que nunca sepamos realmente qué ocurrió, según dicen las malas lenguas (y los millones de conjeturistas en internet), Macgee estaba cometiendo un "suicidio cuántico". Una forma de suicidio que en realidad te lleva a la inmortalidad cuántica, una vida mejor y más feliz. Dentro de una afirmación tan valiente (y estúpida) se esconden algunos de los conceptos más modernos de la física mezclados con un misticismo un tanto peligroso. Vamos a ver en qué consiste y qué nos puede enseñar sobre la ciencia y, por supuesto, sobre la vida.
Qué es el suicidio cuántico
Hablando estrictamente desde la física cuántica, se denomina suicidio cuántico a un experimento imaginario propuesto de manera independiente por Hans Moravec y Bruno Marchal, y que además fue desarrollado por Max Tegmark en 1998. Este experimento consiste en un hombre sentado con un arma que apunta hacia su cabeza. El arma es manipulada por una máquina que mide la rotación de una partícula subatómica. Cada vez que el hombre apriete el Por …