Se agravan los problemas para el fabricante ZTE. Después de que el año pasado enfrentase una demanda millonaria por parte de Estados Unidos después de hacer negocios con Irán y el «boicot» de la Administración de Donald Trump por su desconfianza hacia la tecnología china (donde se reparte la polémica junto a Huawei), hace menos de un mes se prohibía a las empresas estadounidenses vender componentes a ZTE. Todas estas circunstancias han provocado que la empresa haya tomado una seria determinación: no vender más móviles. Al menos, de momento.
Según Reuters, la compañía habría ordenado a sus distribuidores europeos la venta de cualquier dispositivo, sospechas que se reafirman si se intenta visitar su página web, que no permite comprar ninguno de los terminales. Se trataría de una medida provisional, hasta que se resuelvan los conflictos con Estados Unidos (sobre todo porque no puede adquirir procesadores de Qualcomm, básicos en su producción y que ya suponía una pérdida de ingresos importante), y aseguran que ZTE tiene ingresos suficientes para hacer frente a los procesos judiciales y los acuerdos pendientes con terceras compañías.
Así, se supone que este no es el fin de el fabricante chino, que aún así perderá millones. De hecho, las ventas de la firma disminuyeron un 24% el pasado trimestre, y las polémicas en torno a sospechas sobre espionaje tampoco ayudan en los números. Al respecto, hasta seis jefes de las principales agencias de inteligencia de Estados Unidos (entre las que se incluyen la CIA, el …