El Mac Pro es un equipo maldito. Sobre él pesa una maldición que dura casi una década, desde que Phil Schiller desveló el Mac Pro cilíndrico en la WWDC 2013, diciendo en voz alta eso de "Ya no podemos innovar, ¡y un cuerno!". Un diseño que años después se confirmó como erróneo, debido a un fallo termal muy grave que le impedía evolucionar.
Ahora estamos casi diez años después, a las puertas de un Mac Pro 2022 con procesador Apple Silicon que ponga punto y final al Mac Pro 2019, rediseñado y con procesador Intel Xeon. Un equipo que, a pesar de no tener un error de diseño como su antecesor, va camino de tener una vida extremadamente corta.
"Ya no podemos innovar, ¡y un cuerno!"
En la WWDC 2013, Phil Schiller pronunció estas palabras cuando aún era vicepresidente de marketing mundial de Apple. La frase había que enmarcarla tras el fallecimiento de Steve Jobs en 2011, lo cual, junto con la edad dorada de Samsung y sus phablets provocó dudas acerca del futuro de Apple. La compañía necesitaba dar un golpe en la mesa para demostrar que seguía a pleno rendimiento. Y eso era el Mac Pro 2013.
Sin embargo, la cosa no fue como esperaban en Cupertino. Años después, Apple reconocería que la forma del Mac Pro no seguía a su función. En otras palabras, el diseño termal del Mac Pro 2013 …