El fracking o fractura hidráulica es un método que se emplea desde 1940, aproximadamente, su objetivo es taladrar pozos profundos, con el fin de encontrar gas natural en el subsuelo y extraerlo a través de la inyección de agua y agentes fracturantes. En nuestro país, gracias a la Reforma Energética ya hay algunas empresas que han comenzado con esta práctica, y como toda industria nueva, tiene sus detractores y sus partidarios.
Los debates ambientales y políticos en torno al fracking son muchos, y donde más estudios se han hecho con respecto a la seguridad de la extracción de gas natural, shale o petróleo del subsuelo con esta técnica es en los Estados Unidos. Sin embargo, no todos los estudios conducidos por respetables universidades norteamericanas son halagüeños para el fracking. Veamos las razones.
Cómo funciona el fracking
El fracking o fractura hidráulica para la obtención de gas natural del subsuelo comienza con una perforación en vertical que puede ir hasta los 4 o 5 kilómetros, donde se encuentra la capa de pizarra (un tipo de roca). A partir de ahí, se hace un recubrimiento de las paredes del pozo generalmente de acero y cemento, y después se hace una perforación horizontal de entre uno y tres kilómetros de longitud.
La parte del recubrimiento del pozo es muy importante porque protege a los mantos acuíferos circundantes de los aditivos químicos que se utilizan con esta técnica. Estando ya en la capa de pizarra se utilizan explosivos …