Los procesadores de palabras llevan ya mucho tiempo entre nosotros. Desde el venerable WordStar hasta Microsoft Word, hemos pasado por una evolución gradual, que poco a poco nos da más y más características para así hacernos de la herramienta ideal.
La batalla entre competidores es enorme y hoy en día, casi cualquier procesador moderno hace lo mismo que el de la competencia. Unos tienen más características que otros, sí, pero muchas de esas características se usan poco.
Quien escriba usando un procesador de palabras hoy día quiere, entre lo más estándar, poder escribir, formatear el texto, poner cursivas, negritas, cambiar tipo de letras, poner pies de notas, hacer índices automáticamente, etcétera.
Pero en el procesador de palabras del futuro cercano, se requiere que el mismo no sólo corrija las palabras mal escritas, sino que haga las predicciones sobre qué palabras estamos por escribir y ofrecer el terminar algunas frases automáticamente.
Pondremos un ejemplo simple: si escribo «hola, ¿cómo», esperaría que el sistema pudiese completar con un «estás?», que pareciera lo esperado por el contexto de la frase, aunque desde luego, esto debería aprenderlo el software de ir «leyendo» nuestros documentos ´para hallar muletillas, frases que usamos comúnmente, etcétera.
El futuro ya llegó
Smart Compose es por ejemplo, una herramienta de Google Doc que predice cuáles son las siguientes palabras que el usuario quiere escribir. En Docs el sistema va aprendiendo los hábitos del usuario y a la larga encuentra predicciones que funcionan muy bien y que sí, asombran al propio usuario.Grammarly, por …