Una vez más, el horario de verano llega a su fin y comenzará el horario de invierno que estará vigente hasta la primera semana de abril. Mientras que en algunos países de la Unión Europea el debate sobre si mantener o no el cambio de horario es lo más útil, en México la discusión tiene menos lugar, y su uso es ampliamente bien adoptado, aunque claro, a nadie le gusta tener que ajustar su reloj interno dos veces al año bajo el argumento constante de que los cambios de horario nos ayudan a ahorrar energía.

Digámoslo desde ya, de momento absolutamente nadie tiene conclusión apoyada por el consenso de que los cambios de horario son más perjudiciales que benéficos, o más benéficos que perjudiciales. Se conoce, eso sí, que en primera instancia no ayudan a ahorrar tanta energía eléctrica como se pensaba en un inicio, pero también se sabe que le hemos adoptado con tanta eficacia que revocar la maquinaria tras el horario de invierno necesita de una serie de recursos y un plan detallado que solo vale la pena ejecutar con una resolución concluyente de que quedarnos con un solo horario es más benéfico que tener dos.

Incluso hay quienes van más lejos y proponen establecer un horario mundial, como el economista Steve Hanke y el astrofísico Dick Henry.

Mientras la discusión avanza (aunque en algunos países está estancada), en México este domingo 27 de octubre habremos de retrasar una hora el reloj, si es que …