La nueva etapa de exploración lunar está prácticamente a la vuelta de la esquina, con docenas de misiones a la Luna programadas para los próximos años. Uno de los retos de esta era será cómo los trabajos simultáneos que se encuentren en y alrededor del satélite deberán comunicarse entre sí, permitiéndoles fijar sus posiciones independientemente de la Tierra, para lo que se deberá desarrollar un tiempo específico para la Luna.
Por esto la Agencia Espacial Europea (ESA) ha adelantado que además de buscar una arquitectura común "LunaNet" para servicios de navegación y comunicación lunar, también es necesario (y urgente) definir un tiempo de referencia lunar común, que sea aceptado internacionalmente y al que puedan referirse todos los sistemas y usuarios que se encuentren en la Luna.
Hasta ahora cada una de las misiones ha operado según su propia escala de tiempo exportada desde la Tierra, con antenas de espacio profundo utilizadas para mantener los cronómetros de abordo sincronizados con el tiempo terrestre, facilitando por ejemplo las comunicaciones bidireccionales, aunque según la ESA, esto no será sostenible en el entorno lunar próximo.
Las próximas misiones lunares, como la estación Gateway, los lanzamientos regulares de Artemis, CubeSats y hasta el gran módulo de aterrizaje lunar logístico de la ESA, el Argonaut, no solo se ubicarán en el satélite, sino que tendrán que interactuar, transmitir comunicaciones entre sí, hacer observaciones conjuntas y realizar operaciones de encuentro.
Utilizando la experiencia en la Tierra
Según Jörg Hahn, …