Desde que en 2013 Boston Dymanics presentase el primer prototipo de Atlas, su robot humanoide bípedo dispuesto para llevar a cabo proezas físicas de las que muchos seríamos incapaces, la compañía ha pegado pasos de gigante. El último de los avances muestra cómo el dispositivo corre al aire libre por diferentes terrenos, incluyendo la resbaladiza hierba, y cómo puede sortear obstáculos, si bien debe pararse, calibrar el espacio y llevar a cabo la acción.

Esta proeza se suma a sus volteretas hacia atrás, sus saltos de escalones, su habilidad para dar giros de 180 grados o la recogida de paquetes, algo que no puede parecer muy espectacular, pero que abre el camino a la posibilidad de los robots repartidores o los mozos de almacén tecnológicos. Incluso puede ser un aliado en las tareas de casa, ya que es capaz de barrer el suelo.

El perro robótico que pone el lavavajillas
No ha sido este el único lanzamiento de Boston Dynamics que ha dejado con la boca abierta a la sociedad en los últimos años. En 2016 sorprendía con el dispositivo llamado SpotMini, un robot con cuatro patas articuladas con las que logra desplazarse tan ágil como un perro. Sin embargo, inquieta que donde el can debería tener la cabeza, surge un brazo mecánico con el que puede agarrar objetos o abrir y cerrar puertas. Y no solo eso, sino que también puede sortear obstáculos, ponerse en pie después de caerse o ayudar con la vajilla sucia y meterla al …