A Apple le pilló a contrapié la tormenta hace un año. No ha logrado, aún, escapar de ella, pero confía en que, justo en el momento en el que cumple diez años, el iPhone retome de nuevo el control. La compañía americana ha sufrido, una vez más, una ralentización en las ventas de su producto estrella a pesar del ligero aumento en sus beneficios. Pero, ¿por qué sucede esto?
El gigante tecnológico ha dado a conocer este miércoles sus resultados económicos del segundo trimestre, los cuales han generado una decepción en el mercado. Durante este periodo ha vendido unos 50,76 millones de teléfonos iPhone, que generaron unos ingresos de 33.249 millones de dólares (30.446 millones de euros).
Los analistas esperaban, sin embargo, alcanzar los 52 millones de dispositivos vendidos. No ha podido ser. Y, además, quedan lejos de los datos de hace un año, en donde se alcanzaron las 61,2 millones unidades vendidas. Estos datos representan una caída del 1% en ventas, aunque sus ingresos, pese a todo, han aumentado en torno al 1%. En conjunto, estas ventas representan el 63% de todos los ingresos de la compañía en este trimestre. Para explicarlo, hay que comprender que le precio de cada dispositivo se ha incrementado. Y, al final, las cuentas salen. Menos venta directa, pero más caro; resultado: más ingresos y eso que ha perdido un 12% en un año.
Pero el problema de base es que el iPhone en los últimos tiempos no ha vivido una renovación tan …