Stonehenge, ese icónico círculo de piedras en la llanura de Salisbury, continúa desvelando secretos a pesar de llevar siglos bajo la atenta mirada de arqueólogos e historiadores, y es que posiblemente es una de las grandes obras del megalitismo europeo. El nivel de admiración por este cromlech es tal que se puede visitar sin salir de casa y sigue sosteniendo una poderosa aura que enamora a los profesionales del pasado y a los amantes de la cultura en general.Un reciente estudio publicado en Archaeology International y liderado por el profesor Mike Parker Pearson, del Instituto de Arqueología del University College de Londres (UCL) , propone una nueva interpretación sobre el propósito de este monumento megalítico: la unión de las distintas comunidades neolíticas de la antigua Gran Bretaña para su consecución. Convirtiéndose así en una obra global neolítica que reunió a distintos grupos.La teoría se apoya en el reciente descubrimiento del origen de la llamada "Piedra del Altar" de la que ya os hemos hablado anteriormente, una imponente losa de arenisca de seis toneladas que forma parte del conjunto central de Stonehenge. Como detalla un estudio publicado en la revista Nature, análisis geológicos han revelado que esta piedra, a diferencia de lo que se creía, no procede de Gales, como las famosas "piedras azules", sino del noreste de Escocia, a unos 700 kilómetros de distancia. Este hallazgo, que se consideraba un misterio desde hace más de cien años, se consiguió gracias al análisis de la edad y la química de los …