«Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer», reza el famoso dicho. Lo que no es tan conocido como esta popular frase es que las mujeres también están detrás de inventos como la criptografía, la conexión WiFi, el material con el que se fabrican los chalecos antibalas o incluso los limpiaparabrisas, por citar algunos ejemplos. Que la sociedad relega a la mujer a un segundo plano no es algo nuevo, aunque hay sectores, como el de la tecnología, donde la situación es especialmente sangrante. A pesar de que los movimientos para impulsar la visibilidad y la participación femenina crecen, este cambio no se acaba de reflejar en los principales escaparates (ferias internacionales) de esta industria. Por ejemplo, en el pasado CES celebrado en Las Vegas, ninguna mujer fue invitada como oradora entre las principales ponencias. Y en el próximo Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona del 26 de febrero y 1 de marzo, llegará a un escaso 24 por ciento del total de los conferenciantes, que casi suman un millar.
Un dato que, «casualmente», se corresponde con las cifras que la Comisión Europea maneja sobre la situación en la industria tecnológica en todo el continente, donde solo el 30% de los siete millones de profesionales que trabajan en el sector de las TIC son mujeres (porcentaje que baja hasta el 18% en España según los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad). Si hablamos de las grandes tecnológicas, PayPal llega hasta el 44% de su …