Las nuevas casas productoras en Hollywood están transformando la forma de hacer negocios en la meca del cine y lo que es aún más importante, tomando decisiones atrevidas sobre lo que llega a la pantalla grande. Desde la osada estrategia de distribución de A24, hasta la inteligente apuesta de Blumhouse por el cine de género, el ambiente cinematográfico está a punto de cambiar, tal vez para siempre.
Hasta hace un par de años, la productora A24 se hizo famosa distribuyendo películas que nadie más se atrevía a llevar al cine: desde Spring Breakers de Harmony Korine, hasta The VVitch de Robert Eggers. La productora tomó decisiones muy arriesgadas que otros hubieran considerado impensables.Más tarde y en lo que fue una evidente estrategia de expansión agresiva, decidió producir su propia historia: Moonligth, la historia de un hombre afroamericano gay, llegó a las pantallas de cine para sorprender a la crítica, seducir a la audiencia y, por último, arrebatar el Oscar a la favorita La La Land de Damien Chazelle. Con este único y definitivo movimiento, la productora se convirtió en un éxito de considerable envergadura.
Pero más allá de eso, el mérito de las pequeñas productoras independientes de la meca del cine consiste en analizar a la industria desde la experimentación y el riesgo. En el caso de A24, después de lograr la estatuilla a mejor película, la productora continuó acumulando una larga lista de títulos que dejan muy claro que la compañía está dispuesta a reformar a Hollywood desde sus cimientos: …