A finales del año pasado Google presentó la última evolución de su prueba para diferenciar entre ordenadores y humanos, reCAPTCHA v3. Como ya explicamos entonces, esta tercera versión se dedica a analizar nuestro comportamiento para determinar de forma invisible, sin que lo percibamos, si somos humanos o no.
El problema es que esta mejor experiencia para el usuario tiene un serio y potencial inconveniente: la invasión de su privacidad. Así lo aseguran recientes investigaciones de dos expertos en seguridad informática.
El sistema ofrece una puntuación a la actividad sospechosa, asignando puntos a cada usuario en función de su comportamiento
¿Tiene una cookie de Google? Pues probablemente se trate de un humano
El que más y el que menos ha fallado al menos un captcha alguna vez o ha tenido que pasar por el tedioso juego que a veces propone reCAPTCHA cuando no está seguro de quién tiene delante: te muestra diferentes imágenes de Street View en una cuadrícula y debes marcar aquellas en las que aparezcan, por ejemplo, vehículos, semáforos o escaparates de tiendas. Un odisea.
Por eso, que no tengamos que hacer absolutamente nada para demostrar que somos humanos resulta prácticamente un sueño hecho realidad. Una fantasía cumplida de no ser porque, según dos investigadores citados por Fast Company, una de las formas que tiene Google para determinar si eres un usuario fiable o no es comprobar si ya tienes una cookie de Google instalada en tu navegador. La misma cookie que te mantiene logueado en tu …