En Sudamérica, un país se ha posicionado como el epicentro global del litio, el codiciado "oro blanco" esencial para la revolución tecnológica y la transición hacia energías limpias. Este recurso estratégico, clave en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, promete transformar su economía y redefinir su futuro.