A lo largo de los últimos años, el (lento) crecimiento de instalaciones Linux en sistemas de escritorio ha venido de la mano, en muchos casos, de la equiparación de funciones con su principal rival: Windows, de Microsoft.
Así, cuantas más aplicaciones de Windows eran capaces de ejecutarse también en Linux (o de encontrar un equivalente adecuado), y cuantos más drivers de dispositivos pasaban a ser compatibles con este sistema operativo, mayor ha sido el número de usuarios dispuestos a darle una oportunidad a este estandarte del código abierto.
Pero lo que no esperábamos es que Linux decidiera adoptar una de las funciones más infames de Windows, una que con los años se ha constituido en símbolo de inestabilidad e inseguridad, dos aspectos que pocos vincularían con Linux. Hablamos, por si no lo has averiguado ya, del 'pantallazo azul' (también conocido como 'pantalla azul de la muerte').
Linux con pantallazo azul, ¿quién lo hubiera visto venir?
Un QR útil como hecho diferencial linuxero
Esta nueva función llegará incorporada junto con la versión 255 de Systemd, el gestor de arranque mayoritario en Linux. El componente 'systemd-bsod', como se le ha denominado, tendrá como objetivo principal proporcionar a los usuarios una pantalla completa de mensajes de error cuando el sistema se bloquea.
Sin embargo, por fortuna, el 'pantallazo azul de Linux' no sólo promete ser más que una simple imitación del de Windows, sino que se espera que resulte ser una herramienta útil y relevante para el diagnóstico de errores.
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