La psicología sugiere que nuestra relación con el orden y la limpieza puede estar arraigada en la infancia. Mantener un ambiente ordenado ofrece beneficios, pero, ¿qué pasa cuando se vuelve una necesidad incontrolable? Aquí exploramos cómo los hábitos tempranos pueden influir en nuestras vidas adultas y hasta qué punto es saludable.