Hoy ya se tienen muchos sistemas de aprendizaje profundo que se usan para tratar de determinar desde qué acciones hay que comprar hasta problemas en los diagnósticos médicos. Ahora hay que valorar las respuestas que nos están dando los sistemas y ver cómo es que llegan a estas decisiones, pues muchas veces los juicios podrían estar sesgados.
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En el MIT se ha llegado a la conclusión que muchos sistemas están sesgados y el culpable no es el algoritmo de aprendizaje sino cómo es que se recolectan los datos. “Los científicos de cómputo, a la crítica sobre el sesgo de sus sistemas, dicen rápidamente que para hacerlos menos sesgados basta con pulir sus algoritmos”, dice Irene Chen, una estudiante de doctorado que escribió un artículo con David Sontag y el asociado postdoctoral Fredrik D. Johansson. “Pero los algoritmos son solamente buenos en la medida de los datos que utilizan, y nuestra investigación muestra que puede haber grandes diferencias cuando se usan mejores datos”.A través del análisis de ejemplos específicos, los investigadores fueron capaces de identificar las causas potenciales para ver las diferencias en la precisión y cuantificación de cada factor individual en el conjunto de datos. Entonces mostraron cómo cambiando la forma de recolectar los datos podría reducir diversos sesgos, manteniendo la capacidad y precisión predictiva. “Vemos esto como un conjunto de herramientas para ayudar a los ingenieros del aprendizaje de máquinas a preguntarse sobre sus datos para así reconocer y diagnosticar si sus sistemas están haciendo …