La planta solar Crescent Dunes estaba llamada a convertirse en uno de los mayores solares del mundo y contó con una inversión de 1.000 millones de dólares.
La instalación absorbe la energía de los rayos solares, que hace girar unas turbinas de vapor y almacenan energía en forma de sal fundida, pero en 2015 esta tecnología ya era superada por paneles solares más eficientes.
El cofundador de Crescent Dunes, Bill Gould, culpa a la contratista española ACS Cobra, a quien demandó en Delaware por la mala gestión por retrasarse en el diseño de un tanque de pérdidas.Autor: Lidia Montes
Estaba llamado a convertirse en unos de los mayores proyectos solares abanderados de un futuro energético renovable. La planta solar Crescent Dunes, ubicada en el desierto estadounidense entre Las Vegas y Reno, cuenta con 10.000 espejos que dispuestos en una espiral de más de tres kilómetros de ancho. La planta solar absorbe la energía de los rayos solares, que hace girar unas turbinas de vapor y almacenan energía en forma de sal fundida.Contó con 1.000 millones de dólares de capital y gigantes como Citigroup o, su mayor inversor y principal impulsor, SolarReserve, a sus espaldas con 140 millones de dólares de inversión. Sin embargo, en 2015, el desarrollo tecnológico concedía ya una mayor eficiencia a otros paneles solares y la instalación de Crescent Dunes ya estaba obsoleta.
De hecho, si bien la planta fue concebida para abastecer la ciudad de Sparks de 100.000 habitantes, nunca estuvo cerca de tal capacidad de generación energética. …