El Raval barcelonés ha perdido su particular "Apple Store". Y no, no estamos hablando de una tienda de Apple oficial que haya cerrado, sino de una operación de la Guardia Civil contra la falsificación. El establecimiento, regentado por un ciudadano chino de 38 años, era un secreto a voces en el barrio: una tienda repleta de productos con la manzana mordida, pero muy lejos de los estándares de calidad de Cupertino.

Una investigación que empezó tirando del hilo

Todo comenzó cuando los agentes de la Patrulla Fiscal y de Fronteras interceptaron varios envíos sospechosos. La pista les llevó hasta este local del Raval, donde encontraron un auténtico bazar de falsificaciones: 2.450 fundas de móvil y 200 accesorios adicionales, entre cables y auriculares, todos luciendo el logotipo de Apple sin autorización alguna. Como te podrás imaginar, desde fundas MagSafe, AirPods, cables de carga, hasta los propios cargadores...

A diferencia de las relucientes Apple Store oficiales, como la de Paseo de Gracia, este establecimiento del Raval era más bien un almacén de imitaciones made in China. Los productos carecían de cualquier tipo de licencia o autorización de Apple. Un detalle que no parecía importar demasiado a su propietario, quien ahora se enfrenta a graves cargos por delitos contra la propiedad industrial.

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