¡Buen día! Bienvenidos a una nueva entrega de este boletín semanal.
[Por cierto, si desea recibirlo cada jueves en su bandeja de correo, puede registrarse aquí]
Anoche, cuando comencé a delinear esta edición, pensaba que a esta altura ya tendría contratado el nuevo servicio de streaming Star+, disponible desde el 31 de agosto en América Latina. La programación deportiva de Espn, particularmente el US Open, sería el gran motivante de esta decisión.
Sin embargo, hasta el cierre de este escrito, aún no me animaba a darle al botón “suscribir”. ¿La razón? Ya tengo Directv Go, Netflix, Prime Video, HBO Max, Disney+, Youtube Premium y Spotify. Obviamente, se imaginará, no tengo tiempo para ver todo, pero sí valoro la idea de tener disponible los contenidos que me interesen cuando surja la instancia, además de compartirlo con otros miembros de la familia.
De seguro no soy el único que se ha visto en esta disyuntiva. Entonces, ¿hasta cuándo podremos seguir sumando servicios a nuestro cargo? ¿Cuánto margen más tiene particularmente el mercado latinoamericano para nuevos actores?
Por un lado, Manu Chatlani, director de la agencia Jelly, concuerda con que el streaming está creciendo a nivel global en Chile (extendible a Latinoamérica) y me dice que la competencia es “feroz”. “En ese contexto, aún estamos en la fase de una guerra de contenidos permanente para lograr un aumento de suscriptores pensando en ser fuertes de cara a lo que viene”.
En esta joven industria, advierte Chatlani, de los muchos competidores hay algunos con mucha paciencia …