En 1764, el rey Carlos III de España solicitó al geógrafo Juan de la Cruz Cano y Olmedilla la creación de un mapa de Sudamérica. Este llevó a cabo el proyecto con tanto empeño y dedicación que, una vez que el monarca contempló el resultado, quedó espantado y dio la orden de retirarlo inmediatamente, no debido a algún error, sino porque era un trabajo perfecto.
Gracias al conde de Floridablanca, se retiraron las copias existentes del mapa hasta ese momento. El Gobierno suspendió su impresión y se recogieron todos los ejemplares posibles para resguardarlos bajo llave.
Más de una década de trabajo
Este curioso caso se inicia con Cruz Cano, quien, a sus 30 años, recibió la orden por parte del marqués de Grimaldi, ministro de estado, de crear un extenso mapa de América del Sur.
El trabajo debía ser preciso, incluir los territorios de la Corona Española y determinar claramente cuáles eran sus bienes en comparación con las posesiones controladas por Portugal. El ministro lo asignó por orden del monarca Carlos III.
Para cumplir con el proyecto, Cruz Cano tuvo que invertir una gran cantidad de esfuerzo y tiempo. Según la Biblioteca Nacional de España (BNE), dedicó más de 10 años a la misión para dar forma al mapa, recopilando datos, consultando testimonios de exploradores y colonizadores, verificando fuentes y realizando el trazado cartográfico.
Tras muchos problemas y apoyándose en estudios de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Cruz Cano dio …