Samsung ha tomado una decisión que está generando controversia entre los usuarios más exigentes de la marca coreana. La nueva serie Galaxy S25 requerirá la compra de una funda magnética oficial para aprovechar al máximo el estándar de carga inalámbrica Qi2. Este cambio representa un giro significativo en la estrategia de Samsung, que tradicionalmente ha integrado las nuevas tecnologías directamente en sus dispositivos.Según informa GizmoChina, la estrategia para implementar la tecnología Qi2 parece estar motivada por el control de costes. La empresa ha optado por no integrar directamente los componentes magnéticos en el teléfono, una decisión que podría estar relacionada con el incremento en el precio de otros componentes, como el nuevo procesador Snapdragon 8 Elite que equipará toda la serie.El Galaxy S25 mantiene una aproximación conservadora al diseño y la bateríaEl aspecto más preocupante para muchos usuarios es que los cambios no se limitan solo a la carga inalámbrica. Según documentos filtrados por la FCC, el Galaxy S25 Ultra mantendrá la misma capacidad de batería de 4.885 mAh que su predecesor, mientras que la competencia china ya está implementando baterías de 6.000 mAh con tecnología de carburo de silicio.Las primeras filtraciones del diseño han generado opiniones encontradas en la comunidad tecnológica. El nuevo Galaxy S25 apostará por un cuerpo con esquinas redondeadas que, sorprendentemente, recuerda a modelos de 2018, aunque mantendrá elementos modernos como el sensor principal de 200MP. Las opciones de almacenamiento y colores disponibles, que ya se han filtrado, seguirán la línea conservadora de Samsung sin grandes …