En México, más de la mitad de las empresas no tienen escapatoria a los nuevos ciberataques, aquellos que cada semana se documentan y donde se anuncia que los delincuentes robaron información, secuestraron equipos o espiaron a personal de la organización para tener acceso a secretos industriales que resultan muy costosos.
Sólo hay que recordar la alerta de Microsoft para actualizar Windows ante WannaCry o ExPtr, o el caso del activista árabe que lo espiaban por su celular, y que conllevó a que Apple pusiera parches de seguridad en iOS.
Para México los datos son contundentes: 52% de las compañías en el país usa software pirata, lo cual no les permite actualizar programas, obtener parches de seguridad o tener acceso a soporte técnico en caso de encontrar algún problema por un ciberataque, lo que les cuesta alrededor de US$1.300 millones al año.
Y aunque el problema no es sólo local, pues en el mundo ocurre una situación similar que deja ganancias a los delincuentes cibernéticos por 400 mil millones de dólares, las empresas nacionales poco hacen por erradicar esta práctica. Esto pues siguen considerando que es más barato comprar software pirata o descargarlo gratuitamente de internet, asumiendo que no son un blanco de los hackers. Su más grande error.
Los datos expuestos en el reporte Aprovechar oportunidades a través de la observancia de licencias por parte de la BSA The Software Alliance, aseguran que desde 2015 la conexión directa entre la ilegalidad de tener programas pirata y los ciberataques crece a pasos agigantados en el …