El Solar Orbiter, la misión de la Agencia Espacial Europea con destino al Sol, ha dado un importante paso adelante con el fin de las pruebas térmicas del modelo de vuelo. El prototipo de modelo de vuelo, o proto flight model (PFM) está construido con las mismas especificaciones que la sonda que se lanzará al espacio pero se le somete a condiciones que van más allá de las que se supone que tendrá que soportar el hardware que finalmente se lance al espacio.
Así el PFM del Solar Orbiter se ha pasado unas semanas en una cámara térmica en las instalaciones de IABG en Ottobrunn (al ladito de Munich) para comprobar que los componentes soportarán las temperaturas a las que tendrán que verse expuestos en el espacio y que el escudo térmico cumple con su función.
En la cámara térmica – Airbus Defence and Space
Porque la órbita será altamente elíptica del Solar Orbiter lo llevará a acercarse a sólo unos 42 millones de kilómetros del Sol, lo que lo expondrá a unas 13 veces el calor que experimentan los satélites que orbitan la Tierra. Esto se traducirá en unas temperaturas de más de 500 ºC.
Durante la mayor parte de la misión un escudo de titanio protegerá el cuerpo del satélite pero durante algunas maniobras partes de su cuerpo quedarán expuestas directamente al Sol y su resistencia fue también probada en la cámara térmica girando el PFM para que esas partes quedaran directamente expuestas a las lámparas de la …