El caso atrajo la atención de la opinión pública desde el mismo momento en que salió a la luz: el popular streamer The Grefg estaba intentando echar de su vivienda a una anciana de 80 años, en un edificio que su empresa inmobiliaria (Grefito) acababa de comprar en Escaldes-Engordany (Andorra).
Con la excusa de poder renovar el edificio, Grefito cesó los contratos de arrendamiento de los inquilinos... pero la anciana se negó a abandonar su vivienda, alegando tener un contrato "verbal" que le otorgaba derecho a un arrendamiento vitalicio.
Las medidas adoptadas por la empresa para 'animar' a la inquilina a abandonar la vivienda (retirada de ventanas, congelación de tuberías por falta de calefacción) desembocaron en una batalla legal en la que la mujer sostuvo su derecho a permanecer en la misma propiedad en la que llevaba residiendo desde la década de los 80.
Ahora, la batalla acaba de finalizar: la justicia andorrana ha dictado un fallo que da al traste con los esfuerzos de desahucio emprendidos por la empresa Grefito. La decisión final del tribunal, que señala un defecto legal en la demanda de la empresa, enfatiza la insuficiencia del mero deseo de desalojar a un arrendatario sin una causa legal válida.
Pero hay un aspecto notable en la sentencia del tribunal, algo que uno no espera leer cuando se encuentra con una noticia protagonizada por una estrella de Twitch: la clave del caso reside en... el Derecho Romano.
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