*Por Julio Friedmann, CEO de GE Chile
Hace poco se estrenó en Chile “Talentos Ocultos”, película biográfica que cuenta la historia de la científica espacial afroamericana Katherine Johnson, quien calculó las trayectorias de vuelo del proyecto Mercury y de la expedición del Apolo 11 a la Luna en 1969, ayudando a la NASA en la carrera espacial que se desató en los años sesenta.
Esta mujer no sólo fue un ejemplo inspirador para el género, sino también para la humanidad, ya que sentó un precedente de lo que sería el mundo hoy. En Chile, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 15,8% del Senado y la Cámara de Diputados está formado por mujeres, mientras que a nivel ministerial la cifra alcanza un 23%. Si bien estos números eran impensados hace unas décadas -antes del retorno a la democracia en 1990 las mujeres en ministerios representaban sólo un 4%-, aún quedan tareas pendientes. Sin ir más lejos, Chile es de los países de Latinoamérica con menos mujeres en el Parlamento, pese a estar en una de las regiones con mayor representación. La crítica es dura, pero los datos son contundentes.
Y el ámbito empresarial la situación es igual de desoladora. La motivación personal, ambición y creatividad de las mujeres en el mundo laboral es indiscutible, y no deberíamos seguir desestimando estas variables a la hora de contratar, ya que pueden generar instancias de crecimiento para los negocios y oportunidades inmejorables para que las empresas logren …