Muchos amantes a la tecnología hemos vivido experiencias similares cuando, de pequeños, hemos mostrado predilección por las pantallas. Normalmente había un cierto rechazo a esto por un miedo a que tuviéramos problemas de visión a la larga o cuestiones parecidas. La llegada de las pantallas planas que prescindían de lanzar radiación directamente a nuestros ojos, como es el caso de las pantallas OLED o AMOLED mejoraron claramente nuestra supervivencia en lo que se refiere a mirar pantallas durante largas horas sin problemas. Ahora bien, la adicción a las pantallas no se limita a eso, y es que cada vez hay más jóvenes adictos en los hogares españoles.Ahora, un estudio en EE. UU. está ahondando en los problemas que podría suponer dejarle una pantalla a un niño demasiado pronto, concretamente dejarles pantallas en etapas muy tempranas de su vida. En este sentido, pueden surgir problemas a la hora de llevar a cabo un buen procesamiento sensorial.Un problema crecienteNormalmente, los padres y madres suelen utilizar las pantallas para distraer a los niños y poder dedicarse a otro tipo de cuestiones, como las tareas de casa o, simplemente, descansar un rato. Esto no es algo negativo, de hecho las pantallas pueden ayudar a la formación de nuestros hijos sin problemas. El problema es que si no se hace con moderación, podría ser crítico para los niños y presentar graves riesgos. Entre ellos, el evidente hecho de que dejen a un lado las actividades físicas, pero hay otros muy peligrosos en la formación emocional …