El "truco" estaba en la presencia de canales nasales muy largos, enrollados en el interior de sus hocicos.
Al pensar en la nariz, lo lógico es que nos venga a la mente que se trata de un órgano dedicado a percibir olores. Efectivamente, eso es cierto; pero también es un intercambiador de calor magnífico, que permite que el aire que inspiramos se c… Seguir leyendo...