Desde enero, todo ha ido en contra de Uber.
2017 ha sido el año de los desastres para esa gran compañía dedicada al transporte a nivel mundial. Uber, la multinacional tecnológica más polémica del panorama internacional está vivido unas vacaciones de lo más ajetreadas; lo cierto es que desde que la polémica del sexismo saltase a la palestra, todo ha sido una consecución de hechos que han empañado la imagen de la tecnológica ante el mundo. Al menos en lo que a la parte directiva e institucional se refiere.
Desde el punto de vista de los ingresos, en el caso de Uber, se juega con datos estimados, por lo que establecer la influencia de los acontecimientos en sus balances de cuentas sería jugar a las adivinanzas. Aún así, las estimaciones colocaban los ingresos de la compañía en 9.100 millones de dólares en los tres últimos trimestres de 2017; y, lo que es más importante, unas pérdidas de casi 3.300 millones. En España llegaron a un beneficio neto de 63.000 euros en 2015, mientras mantienen su guerra abierta por la lucha de la liberalización del sector de las VTC en el país, unas licencias que tienen que compartir con su antecesor en la geografía española, Cabify. Eso y su más que esperada calificación como empresa de transportes según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.En cuanto a sus descargas, sólo algunos acontecimientos relacionados con su posicionamiento político en ciertos momentos ha afectado a su visión ante la opinión pública. Con todo, …