A pesar de haber despedido ya a miles de empleados y de haber tenido unas semanas tumultuosas tras coger las riendas de Twitter, Elon Musk no parece haber saciado todavía su sed de sangre. El último en sufrir su ira ha sido Eric Frohnhoefer, un empleado que corrigió una de las bravatas más recientes del nuevo CEO…Read more...