Si has oído hablar de 'emacs', quizá tengas una idea de este software como un editor de texto avanzado, algo más similar a Visual Studio Code que al Bloc de Notas, pero que funciona tanto en entornos gráficos como en modo texto (de hecho, es famoso por sus largas listas de atajos de teclado, que permiten usar todas sus funciones prescindiendo por completo del mouse).
Puede que también sepas que sigue en pie una larga y enconada guerra entre sus usuarios más entusiastas y los del editor Vi/Vim. Éstos últimos suelen decir de Emacs, medio en broma medio en serio, que se trata de "un gran sistema operativo al que sólo le falta un editor de texto decente".
Emacs está disponible para Windows, Linux, *BSD, Mac, MS-DOS, Android, etc
Y es que es cierto que este software —un histórico de los entornos Unix, creado en 1976 por el hoy tan polémico Richard Stallman— es tan modular y personalizable, y dispone de un ecosistema tan variado de complementos, que podría decirse que únicamente carece de kernel para completar las funciones básicas de un sistema operativo (de hecho, hay quien ha logrado hacer funcionar un PC únicamente con el kernel de Linux y el propio Emacs).
Sus propias ventanas, paquetes, aplicaciones… y hasta distribuciones
Cuando en Emacs hablamos de 'ventana', no nos referimos a la única que se abre al iniciar el programa (que sería el 'frame'), sino a las múltiples subventanas internas que podemos llegar a abrir …