Corea ha recuperado una tecnología antigua que nunca se había logrado comercializar. Ahora, se ha comenzado a utilizar para producir hidrógeno a gran escala a partir de residuos orgánicos.
Se trata de la tecnología Zero-Gap, que permite generar hasta un 120 % más de hidrógeno a partir de estos residuos. Esto es posible gracias a un dispositivo que optimiza las células bioelectroquímicas mediante microorganismos especializados, como las bacterias electrogénicas. Estas bacterias oxidan los compuestos orgánicos, lo que libera electrones y protones en el proceso.
Tras esta reacción, los electrones se transfieren del ánodo al cátodo, generando corriente eléctrica. Mientras tanto, los protones migran a través de una membrana de intercambio iónico, donde se separan en iones de hidrógeno. Luego, estos se combinan con los electrones, lo que permite obtener hidrógeno gaseoso.
El funcionamiento del sistema
Aunque el proceso es sostenible, su baja eficiencia había impedido su comercialización frente a otras tecnologías más contaminantes. Sin embargo, un grupo de científicos del Instituto de Investigación de Energía de Corea del Sur (KIER) ha logrado un avance significativo, lo que permite la producción de hidrógeno limpio de manera más viable.
La tecnología Zero-Gap hace posible la producción rentable de hidrógeno a partir de residuos orgánicos a gran escala. Esto no solo ayuda a satisfacer la creciente demanda de hidrógeno, sino que también permite gestionar los desechos orgánicos de forma más eficiente.
El método presenta varias ventajas. Por un lado, …