Adquirir un yate es un lujo que muy pocos se pueden dar. Multimillonarios como Jeff Bezos, Mark Zuckerberg e incluso el propio Ricardo Salinas Pliego han destinado una parte de su fortuna para hacerse de ese capricho. A diferencia de los magnates, un ciudadano norteamericano siguió un camino distinto: construir por cuenta propia el yate de sus sueños.
Determinación, compromiso y todos los recursos a su alcance fueron el punto de partida para Clyde Stires. Tras una vida dedicada a la construcción de vehículos, puso en marcha su plan de navegar por altamar. Contrario a lo que cualquier pudiera pensar, Stires lo consiguió: una embarcación de dos cascos con casi 28 metros de largo y más de 12 metros de ancho, diseñado para alojar cómodamente a diez personas.
Originario de Missouri, Stires aprendió a utilizar herramientas de corte desde muy pequeño gracias a su padre. A temprana edad, comenzó a aplicar lo aprendido para reparar y construir objetos simples, como juguetes. En la década de 1970, encontró inspiración en Ed "Big Daddy" Roth, un famoso creador de vehículos personalizados.
A partir de entonces se dedicó a diseñar y construir mototriciclos, vehículos que lograron captar la atención de celebridades como Elvis Presley y Johnny Graham. Con el tiempo, transformó un autobús de dos pisos en una caravana. Además, adquirió un primer barco en Taiwán, lo que despertó su deseo de “volver al agua”.
Tal como lo cuenta …