Al menos en México, cuando escuchamos el término "concha nácar" puede que nos recuerde a una infinidad de productos para aclarar el tono de la piel. Incluso existen remedios caseros con base en este producto para quitar manchas causadas por acné o quemaduras. Para sorpresa de muchos, su uso no se reduce a cuestiones de salud y belleza; también puede funcionar en la construcción. Recientemente se ha descubierto que la concha nácar es el punto clave para crear un cemento mucho más resistente que el tradicional.
A primera vista, las conchas lucen de manera espléndida al encontrarlas cuando damos un paseo en la playa. Aunque superficialmente son bonitas, su mayor atractivo radica en características que las constituyen. Según explican Shashank Gupta y Reza Moini, investigadores de la Universidad de Princeton, "el nácar natural consiste en tabletas de aragonito poligonales dispuestas en láminas anchas y formadas que producen un patrón de ladrillo".
Vale la pena mencionar que el aragonito es una de las estructuras cristalinas del carbonato de calcio (CaCO3) y se halla en las conchas de casi todos los moluscos y en los esqueletos de los corales. Su forma hexagonal fortalece el nácar, mientras que el biopolímero asociado proporciona flexibilidad y ayuda a prevenir grietas.
El proceso implica el deslizamiento de las tabletas de aragonito bajo tensión, junto con otros mecanismos, permite que el nácar disipe la energía. Al combinar esto con la desviación de las grietas y la deformación del biopolímero, …