Fingen ser lo que no son, te ofrecen regalos, descuentos y fortunas…
Cada día nuestra bandeja de entrada recibe varias decenas de correos electrónicos. En casa o en el trabajo, el correo electrónico es uno de los medios de comunicación más usados, y eso también incluye a quienes lo utilizan con fines poco loables.
Si bien los filtros antispam nos ayudan a evitar correos electrónicos no solicitados o potencialmente dañinos, en ocasiones estos últimos logran zafarse de los filtros y entrar en nuestra bandeja de entrada.
Nos prometen riquezas, ayudar a gente con problemas, obtener regalos a cambio de nada o fingen ser un amigo, un familiar al que hace mucho que no vemos o nuestro propio banco. El scam o estafas a través de correo fraudulento o páginas web falsas tiene muchas caras pero un único propósito: engañarte.
Alarmismos aparte, la prudencia, el sentido común y unos sencillos consejos son más que suficientes para mantener los mensajes de correo falsos a raya y no caer en sus tretas para robarnos datos importantes o, peor, dinero.
Aquí van algunas señales básicas que nos indicarán que estamos ante un correo fraudulento.
Quién lo escribe
Lo primero en lo que nos fijamos al recibir un mensaje de correo electrónico es quién nos lo ha enviado. A partir de ahí decidimos si lo leemos o no.
Lo mismo ocurre con un correo fraudulento. ¿Es posible que quien dice escribimos sea realmente quien dice ser? Difícilmente tu banco te escriba a través de [email protected] o por el estilo.
Lo habitual es que una …