Un estudio de resistividad eléctrica, efectuado alrededor de la Pirámide de la Luna, en la Zona Arqueológica de Teotihuacan, en junio de 2017, realizado por expertos del INAH y un equipo de especialistas del Instituto de Geofísica de la UNAM ayudó a los arqueólogos a encontrar una cámara de 15 metros de diámetro localizada bajo el edificio, de la cual urge un túnel que desemboca hacia el sur de la Plaza de la Luna.
[caption id="attachment_185758" align="alignnone" width="640"] Modelos generados por estudio de resistividad, subsuelo de la Pirámide de la Luna. Cortesía Instituto de Geofísica de la UNAM.[/caption]
La oquedad, localizada a ocho metros de profundidad y, de acuerdo a los expertos podría tratarse de un espacio con fines rituales.
“En las exploraciones efectuadas a finales de los años ochenta del siglo pasado, a través de túneles excavados en el cuerpo de la pirámide, los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama encontraron esqueletos de individuos con deformación craneal, como en el área maya, y diversos objetos de piedra verde (collares, figuras antropomorfas hechas con mosaicos), por lo que no es difícil pensar que algo similar se podría encontrar en el subsuelo”, informó la doctora Verónica Ortega, directora del Proyecto de Conservación Integral de la Plaza de la Luna.
Por su posición, la Pirámide de la Luna es el único edifico de Teotihuacan que tiene enfrente la Calzada de los Muertos de forma directa, además en su época de esplendor, la estructura fue agrandada siete veces por los teotihuacanos.
“Estos grandes complejos ofrendatorios constituyen el núcleo …